Muchas personas quieren cambiar su propia vida y crear una nueva.
Este ejercicio nos permite crear una nueva realidad para nosotros mismos y anclarla en el presente, para que se manifieste en el futuro en el plano físico.
Los pasos a seguir.
Buscar un lugar silencioso y solitario. Cerrar los ojos, relajarse, desconectarse de la mente.
Recordar los momentos bellos que han vivido, empezar a sentir vibraciones de frecuencias altas: paz, alegría, dicha, felicidad, gratitud.
Empezar a construir una imagen bella del futuro que quieren para ustedes. Traer a esta imagen las vibraciones de frecuencias altas que ya están activadas en su interior. ¡SENTIR! la imagen con todas las fibras, con todos los cuerpos, vibrar en amor.
Por ejemplo:
Sentir que están realizados y felices en su trabajo.
Sentir que están rodeados y dichosos con su familia.
Sentir que tienen una vida próspera y tranquila.
Visualizar que entran a esta imagen y forman parte de ella. Observar cada detalle de la realidad que están creando. Experimentar el abanico de luminosas sensaciones, disfrutar el momento, creer que es la verdad. Construir cada detalle con dedicación y amor, sentir cómo la realidad se afirma y solidifica.
Conectarse con la fe y la convicción, sentir que merecen tener todo lo que recién crearon. Abrir el corazón y dejar que la imagen entre y se aloje en el pecho.
Sentir que hilos energéticos multicolores salen de la imagen y se quedan afuera, transmitiendo la información al Alma grupal y al Universo.
Al volver a la vida cotidiana mantener estas sensaciones vivas dentro del corazón por la máxima cantidad de tiempo, recordando con claridad la experiencia que está en el futuro, como lo hacemos con el pasado. De esta manera van a traer la energía desde el futuro al presente. La nueva realidad toma forma y vida.
¡Éxito!