La frase «despertar de la consciencia» se escucha cada vez con más frecuencia y se relaciona con la espiritualidad. Ser espiritual es despertar y salir del sueño letárgico que ocurre en 3D.
Muchas personas añoran llegar a este estado, pero pocas saben cómo se siente y cómo lograrlo.
¿Qué es el despertar de la consciencia?
Para algunas personas el despertar de la consciencia significa autoafirmarse y conocerse mejor a sí mismo. Para otras personas significa resolver problemas de la vida, sanar traumas, salir de crisis y estrés, dejar de sufrir. Algunas personas buscan la espiritualidad para sentir estabilidad y seguridad, dejar de sentir miedo, desconfianza o ansiedad -entre otras-. Muchas personas quieren despertar para poder disfrutar la vida y ser felices mientras están en la Tierra.
¡Realmente la espiritualidad permite obtener todos estos beneficios!
Pero la verdadera espiritualidad y el proceso de despertar son mucho más profundos que estos resultados ligeros.
El despertar permite a nuestra Alma estar presente, integrada y considerada por nuestro lado humano. Es un estado en que el ego entrega las riendas al Alma y le permite estar a cargo de la vida. El lado humano -mortal, frágil y limitado- se siente respaldado por la energía del Alma en cada momento difícil y desafiante de la vida. La persona se conecta con su Maestro interior y se siente guiada en cada momento.
La espiritualidad nos enseña a restablecer el contacto con nuestros aspectos superiores: Alma, Espíritu, Mónada, Padre-Madre-Dios. Nos permite utilizar todo el potencial que nuestra Alma y Espíritu poseen y que fueron olvidados al entrar en la realidad 3D.
El despertar nos permite reconectarnos con otras familias estelares, restablecer el contacto con otras civilizaciones más avanzadas, integrarnos como raza de Luz dentro de la Galaxia, y volver al lugar que nos pertenece y del cual nos caímos cuando elegimos el camino destructivo.
La espiritualidad nos abre el acceso a la fuente Divina individual y Universal. La conexión con la Divinidad nos permite gozar la abundancia, usar nuestro poder de Creador, acceder a dones y virtudes que poseemos desde vidas pasadas y que fueron recopilados por nosotros durante miles de años.
El despertar abre nuevos horizontes y nos permite estar en contacto con la fuente Divina continuamente, teniendo acceso no solamente a lo justo y necesario, sino a todo lo que nuestro Padre-Madre-Dios posee y comparte incondicionalmente.
El despertar faculta completar exitosamente todas las mutaciones que la raza humana está viviendo actualmente, dirigir esas mutaciones en una dirección deseable y controlada, entender los cambios energéticos y fisiológicos que están sucediendo, adaptarse a las leyes Cósmicas que bajan a la Tierra.
Y lo más importante: el despertar nos permite seguir evolucionando como individuo de una manera consciente y responsable.
Para obtener todos estos beneficios tenemos que trabajar, eliminar todos los lastres, impurezas, traumas y grilletes energéticos que impiden la expansión de la consciencia y la manifestación Divina.
El despertar no es un proceso de un día, no puede ser postergado y después logrado en un corto plazo. ¡Es un trabajo de toda la reencarnación! Se requiere mucha paciencia, tiempo y práctica para sentir los cambios globales y definitivos.
¡La buena noticia es que tenemos los instrumentos para lograrlo!
Si están listos para un trabajo laborioso y honesto, si quieren recibir un entrenamiento, apoyo y herramientas, atrévanse a dar este paso y participen en el taller «Despertar de la consciencia».
Quizás es tu oportunidad…
¿Quién sabe?