Somos 90% energía y 10% materia. 

Nuestra salud física, mental y emocional dependen de la calidad de nuestra energía interna. A la vez, nuestro estado energético depende mucho de lo que recibimos desde el mundo exterior, sobre todo la calidad de energía que recibimos de las otras personas. La higiene energética es mucho más importante que la higiene del cuerpo físico. 

Aun así, pocas personas la conocen y hacen.

Existen muchas técnicas, relacionadas con la limpieza energética, pero a menudo se requiere mucho tiempo y esfuerzo para  volver al estado de equilibrio y armonía. 

Para evitar los daños y la fuga energética mejor prevenir, usando simples reglas de higiene energética.

Regla 1.

Evitar personas tóxicas.

Es muy importante protegerse de las personas que gran parte del tiempo vibran en las vibraciones de frecuencias bajas.  

Las personas negativas, envidiosas, celosas, agresivas, rabiosa,  llenas de crítica y juicio contagian y ensucian con su energía a todas las personas que están cerca. 

Además, cuando las personas vibran bajo, desarrollan apegos, exigen atención y reconocimiento, cobran cuentas, culpan y reclaman. De esta manera le quitan la energía a otras personas que las rodean, desarrollan dependencias que a la larga se convierte en vampirismo energético. Sobre todo si hay una relación estrecha o un contacto muy cercano. 

Eso perjudicialmente influye en la salud en general, afecta emocionalmente, provoca desgaste y fatiga. 

Además puede provocar una enfermedad.

Se recomienda minimizar el contacto, poner límites, evitar compartir mucho, no tener proyectos o hobby en conjunto.

Llegar a un acuerdo, intentar acomodarse, ceder, suavizar los desacuerdos y seguir construyendo la relación, llenando el corazón con la esperanza son actos en vano. 

Nunca será valorado. Solo se alargará el tiempo de la pérdida de energía, que podría ser utilizada para algo constructivo. 

Regla 2.

Evitar multitud. 

A menudo debemos visitar lugares llenos de gente, tales como el mall, cine, concierto, feria, transporte público entre otros.  Como alrededor del 84% de los humanos vibran en las vibraciones de frecuencias bajas, la probabilidad de que estemos en un lugar lleno de energías de vibraciones de frecuencias bajas de diferentes tipos de naturaleza es altísima. 

La aglomeración de todas estas energías tóxicas y destructivas en el mismo lugar lleva a la concentración de energía negativa, que fácilmente entra a nuestro campo energético, rompiendo violentamente nuestra Aura, nos daña y deja exhaustos en pocas horas.

Cómo solución podemos poner una capa protectora antes de salir de la casa, no permitir que las personas desconocidas se acerquen a nuestra columna vertebral mínimo 15-20 centímetros, portar piedras protectoras como citrino o turmalina negra, utilizar aceites esenciales de eucalipto o romero como perfumes. 

Y por supuesto limpiar las energías ajenas después de regresar a casa, aunque se sientan bien. Es recomendable tomar una ducha y después meditar, utilizando la meditación «La cascada» que está disponible en Youtube de la página de ViaLuz.

Regla 3.

Observar a quién cocina su comida. 

Muchas personas ya saben que nuestro cuerpo necesita comida ecológica y limpia: sin GMO, nitratos, colorantes ni conservantes, antibióticos, ect. 

Pero pocas personas saben que además debemos preocuparnos por quien les cocina esta comida y cómo vibra el cocinero, mientras está tocando los ingredientes.

Para que la comida sea sana, nutritiva y tenga buena energía es muy importante que la cocine una persona con vibraciones bellas y altas. La comida debe prepararse con amor, alegría, ganas, deseo de dar un gusto a los consumidores de la comida. 

Si la comida se prepara por una persona irritada, enojada, disgustada, conectada con emociones o pensamientos negativos, mejor rechazar la comida, aunque estén con hambre.

La comida contagiada con la energía negativa del cocinero puede ser muy tóxica. No solamente afectará la energía del consumidor, sino que puede dañar el cuerpo físico. Este daño puede manifestarse como diarrea, vómito, indigestión, dolores abdominales, cambio de ánimo, bajón y hasta enfermedad prolongada. 

Muchas veces cuando las personas comen fuera de la casa y se intoxican piensan que la comida les cayó mal porque los ingredientes eran poco frescos. Pero a menudo la causa principal está en que la comida se hizo con una energía que es tóxica e imposible de digerir. El cuerpo físico la rechaza y muestra lo que los ojos no ven – la energía recibida a través de la comida. 

Cuando cocinan en su casa para su familia recuerden esta regla siempre. Y si no logran cambiar sus propias vibraciones destructivas, mejor eviten tocar la comida y hagan un pedido en un restaurante. 

Si tienen visita y su energía es destructiva mejor cancelen la junta o cambien la fecha, pensando en proteger a quién aman de verdad. 

Regla 4.

Evitar conflictos y discusiones. 

A menudo las personas enfrentan diversas situaciones donde chocan diferentes opiniones, visiones, culturas o formas de ser. 

En general los humanos no aceptan la diversidad, eso provoca peleas y conflictos. Durante las discusiones se pierde rápidamente una cantidad de energía enorme.  Apenas las personas empiezan a participar en la disputa, demostrando o defendiendo su postura o punto de vista, la energía se mueve y entra en acción. Inmediatamente los participantes del conflicto se sienten debilitados, agotados y vaciados.

Si en la vida de una persona estos conflictos suceden a menudo o con una persona muy cercana, todo puede terminar con una enfermedad grave.

Lo más recomendado es evitar las conversaciones donde está ausente la aceptación y colaboración. Y si la disputa es inevitable, intenten ser diplomáticos y flexibles, responder lo menos posible a los ataques verbales y ceder. Esa postura ayuda a no agravar la situación y proteger lo más preciado que tenemos – nuestra energía. 

Es muy importante recordar que la rabia y el odio provocan autodestrucción de campo energético. La falta de energía provoca enfermedades. 

Ser presente, pero no ser un activo participante en una pelea, permite mantener la energía resguardada, sin perderla tanto. 

Regla 5.
No usar ropa de otra persona. 

Está muy desarrollado el tema de “segunda mano”, reciclaje, donaciones y regalos a gente de pocos recursos o amigas cuando se trata de ropa. 

Los objetos se impregnan y acumulan la energía de su primer dueño. Posteriormente esta energía influye notoriamente en su nuevo dueño, distorsionando el campo energético, sobre todo si el primer dueño era una persona negativa y tóxica. 

La ropa que toca la piel es más cargada con la energía, que la ropa que está más alejada del cuerpo. Esta energía no se va con un simple lavado, sino que debe hacerse una limpieza energética. 

Más grave, cuando regalan la ropa de un difunto. Aquí pueden manifestarse las mismas enfermedades y hasta muerte. Todo depende de la energía que tuvo el dueño de la ropa y la causa de su muerte. 

Esta regla debería ser considerada cada vez  cuando deciden donar o regalar algo. Y cuando reciben algo de regalo. 

Esta regla también se aplica con las camas, los autos, las casas y hasta la silla y escritorio de oficina. 

Regla 6.

Tener cuidado con los regalos. 

Los regalos se usan para mostrar aprecio, consideración, gratitud y valoración. Nos permiten manifestar el Amor que sentimos y queremos compartir. 

Cargados con buenas intenciones y energía estos regalos traen alegría, goce y felicidad. 

Pero no siempre los regalos tienen buena energía. 

Cuando un regalo se entrega por una persona no amistosa, con malas intenciones o con vibraciones de frecuencias bajas hay que tener mucho cuidado, puede estar impregnado con energía destructiva. En estos casos la persona que recibe el regalo puede sentir algún tipo de malestar o infelicidad por un tiempo. 

Cuando los regalos se impregnan con la energía de las intenciones negativas: recibir algo de vuelta, acercarse por la conveniencia propia, crear deuda para aprovecharla posteriormente, entre otras, se crean lazos de obligaciones y dependencias. Estos lazos negativamente influyen en la persona que recibió el regalo durante un largo periodo y provocan mucha incomodidad emocional. 
 

También los regalos se usan para hacer daño, sobre todo si un regalo se carga con la energía destructiva por un mago-profesional.

Si un regalo está manipulado por un mago oscuro, el regalo puede traer muchos problemas a la vida de la persona, incluso la muerte.

En todos estos casos lo mejor es rechazar el regalo. Si el sentido del respeto no permite hacerlo, el regalo puede ser recibido y posteriormente eliminado o donado, después de la realización de una limpieza energética. El cambio del destinatario anula la energía destructiva, que fue destinada solamente a una persona determinada.

Los regalos pueden ser grandes o diminutos. El tamaño no importa, lo qué importa  es la energía y la intención con la cual el regalo se obsequia. 

Regla 7.
Cuidar del cuerpo físico. 

El cuerpo físico es el templo del Alma. 

Nuestro estado energético depende mucho de la salud física y viceversa. Por lo mismo es muy importante cuidar este templo.

Entender que el cuerpo físico puede ser dañado por factores externos y no siempre estos daños pueden ser revertidos, ayuda a ser más responsable y cauteloso. 

Para prevenir los daños hay que observar qué se come o bebe, dormir las horas suficientes para descansar, evitar el uso de sustancias tóxicas de diferentes tipos, mantener el cuerpo activo y bien cuidado. 

La persona con el cuerpo físico sano soporta mejor las dificultades de la vida y estrés, lo que a la larga favorece mucho y permite no perder tanto la energía vital.

Los ejercicios físicos ayudan a reducir el estrés, tonifican los sistemas vitales del organismo y mueven la energía.

Trotar, caminar, andar en bicicleta, nadar o usar una de las diversas disciplinas conocidas – todo sirve para cargarse con buena energía y sostener el balance energético durante un largo período.

Además un buen estado físico permite tener suficiente energía para protegerse de los factores externos destructivos y resistir mejor cuando aparecen.

Justo lo que no pueden hacer las personas enfermas. Estas personas rápidamente pierden la poca energía que tienen, no saben recuperarla y empiezan a buscar cómo suplirla.  Es cuando aparece la necesidad  de quitar la energía a su entorno, convirtiéndose en vampiros energéticos inconscientes. 

En este caso se recomienda el uso de las meditaciones que ayudan a nutrirse con la energía vital y volver a equilibrio.

Regla 8.

Tener espacio propio.

Es muy importante poseer espacio propio.

Este lugar puede estar tanto dentro de la vivienda: una pieza, rincón o sillón; cómo puede estar fuera: patio, jardín, columpio.

Debe representar paz, calma, comodidad y cobijo.

Es un espacio donde pueden esconderse después de una pelea, un día difícil o problemas cotidianos. 

Aquí deben practicar el silencio, sentir descanso y relajación.

También pueden usar este rincón para hacer prácticas espirituales para limpiar las energías tóxicas y recuperar la energía perdida, reponerse. 

O cargarse con la energía luminosa que el lugar posee, para tomar decisiones y elegir los caminos. 

Es muy importante tener un escape y estar a solas. En nuestro derecho que debemos saber usar y aprovechar.

Hay que enseñar a las personas, sobre todo del círculo familiar, que respeten este espacio, como también de vuelta deben recordar respetar el espacio de otros.

Regla 9.

Responsabilizarse. 

Nadie cuidará nuestra energía. Es nuestra responsabilidad y tarea principal en esta vida. 

Podemos buscar y recibir ayuda de un terapeuta alternativo. Nos puede limpiar, guiar y llenar con la energía. Pero nunca va a poder estar en cada situación o circunstancia de nuestra vida, cuando la energía se pierde o adquiere matices destructivos. Además ningún terapeuta aceptará limpiar el desastre constantemente.

Es exclusivamente nuestra responsabilidad ocuparnos de lo más apreciado e importante de lo que tenemos – nuestra energía. 

Por lo mismo debemos estar despiertos y presentes en aquí y ahora. Tenemos que aprender a identificar la energía interna y externa para poder hacer cambios y ajustes necesarios.

Siempre debemos recordar que es muy fácil perder la energía y es muy difícil recuperarla.

Seamos cautelosos, prudentes y ahorrativos 

Espero que estas reglas les resulten útiles.