Las olas de Luz regalan a la humanidad diferentes vibraciones de frecuencias altas que nos permiten encontrar el camino a casa, reunirnos con nuestro Padre-Madre-Dios y hallar nuestra autenticidad. Una de estas vibraciones es el Amor. Es una frecuencia altísima, sana todo lo que toca y nos acerca directamente a la fuente Divina.
Desde la niñez se nos enseñó que el Amor tiene que ver con filosofías, doctrinas, religiones, tradiciones e incluso mitos.
También nos contaron que el Amor es una relación interpersonal donde primero debíamos merecer, conquistar o ganar. Después, para mantener la relación deben ser obedecidos, sometidos y apegados; practicar quejas, exigencias y peleas. Nos contaron que por el Amor hay que luchar. Finalmente todo eso nos ha llevado al dolor, sufrimiento, a la soledad y desilusiones.
¡Y eso que nos contaron realmente no es el amor!
El Amor es una vibración suprema de Padre-Madre-Dios. Es un estado sublime y absoluto, lleno de perfección y plenitud.
El Amor es una energía que nos expande, borra nuestros límites, nos eleva y nos convierte en una fuente bella, idéntica a nuestro Padre-Madre-Dios. Es un estado sin condiciones, ni límites. Eterno, infinito e imparcial.
La fuente Divina que nos conecta con el Amor está dentro de nosotros. Jamás estuvo afuera y siempre la buscamos en lugares erróneos. Al enfocar nuestra atención en el mundo exterior nos extraviamos y esa es una de las razones de por qué nos alejamos tanto de nuestra Alma, de nuestra Divinidad que sabe amar. Nos perdimos en el camino. Nos perdimos en un mundo ilusorio.
Nos enseñaron a buscar las respuestas solamente afuera de nosotros, a relacionarnos solamente con el mundo exterior y ponerlo siempre en primer lugar. Y así nos olvidamos de que las respuestas están en nuestro interior, que tenemos que relacionarnos con nuestra Alma y buscar el Amor exclusivamente dentro de nosotros.
Últimamente más y más personas descubren esta tergiversación y entienden que debe ser corregida. Aparece la comprensión de que para lograr la felicidad, el bienestar y el Amor afuera, hay que crear la felicidad, el bienestar y el Amor adentro.
¡Que tengan una bella reflexión!