Es un ejercicio fácil, rápido y a la vez, muy eficiente.
Recomiendo hacerlo cada mañana antes de levantarse de la cama. Permite elevar las vibraciones, sincronizarse con las vibraciones positivas, abrir caminos y crear un día donde todo se armonice, fluya y funcione.
¿Cómo se hace?
En la mañana, justo después de despertar, mantén tus ojos cerrados. Siente tu cama cómoda, cálida y suave. Mantén esa calma, serenidad y armonía que estás sintiendo. Disfruta este estado renovador y sostén la plenitud y seguridad que están presentes.
Conéctate con la confianza y ancla este estado de bienestar en tu interior. Evita la conexión con las tareas y los planes del día, mantén la mente en blanco y relajada. Enfócate exclusivamente en tu respiración y el bienestar del momento.
Respira conscientemente. Al exhalar, dirige la atención y la energía a la columna vertebral. Visualiza como se llena con luz pulcra y poderosa, formando un pilar vertical. Siente como este pilar entrega firmeza y fuerza dentro de la columna vertebral. Enfoca toda atención en este estado, ánclalo conscientemente dentro tuyo. Mantente así 3-5 minutos.
Visualiza como el pilar empieza a abrirse de la misma manera, como se abre la cola de un pavo real. La energía construye un manto de Luz que irradia tu aura por completo. Todas las vibraciones positivas se distribuyen dentro del aura, afinando y creando las energías del día.
Percibe como el corazón se abre, el Alma se desenvuelve y decreta por ejemplo:
«¡Yo soy Luz y este día es un día maravilloso!»
«¡Yo soy Luz y durante todo el día todo resulta y fluye!»
«¡Yo soy Luz y armonía, mi día está lleno de Luz y armonía!»
«¡Me abro a este día, lo saludo, lo amo y lo disfruto!»
Los decretos pueden ser individualizados y ajustados a las necesidades del practicante.
Durante la práctica mantén «la cola» abierta, llenando tu aura con la Luz capa por capa con cada decreto. Al terminar, de a poco abre tus ojos y levántate para empezar el día. Durante el día revisa si la “cola” está abierta y nutre con la energía. Al final del día cierra “la cola” y descansa.
¡Éxito!