La transformación espiritual es el resultado del cambio constante que vive la persona cuando se despierta. La persona se conecta con su Alma, alinea su mente y emociones con las vibraciones de frecuencias altas, convierte las experiencias negativas en sabiduría, transmuta los miedos, sana los traumas. Es un proceso interno, íntimo, mágico que permite convertir lo opaco y negativo en lo luminoso y positivo. Es un estado cuando la persona deja de ser la prisionera de la dualidad, una realidad ilusoria, donde existen peleas, lucha, competencia. La realidad del caos desaparece y una nueva realidad llena de paz, unión y felicidad toma lugar y fuerza.
La transformación espiritual tiene que ver con el Espíritu. Es nuestro faro, Maestro y guía. Para transformar nuestra vida debemos entender que hay que cambiar nuestra visión sobre ella. Y el primer paso es dejar entrar a nuestro Espíritu a nuestra vida a través del Alma. Despertar y empezar un camino espiritual, consciente.
Para lograr una transformación verdadera hay que considerar los siguientes factores:
- No empezar un camino espiritual porque todos alrededor están hablando del despertar de la consciencia y la espiritualidad, lo recomiendan. Empezar el camino de despertar solamente si sienten que están listos para vivir los cambios profundos y sin vuelta atrás.
- Deben estar dispuestos a dar tiempo a todos los procesos que tienen que ver con la transformación: revelación, comprensión, aceptación, sanación. Considerar que las transformaciones requieren atención, paciencia, perseverancia, tiempo. Además hay que tener en cuenta que no existe un punto de llegada, un final. Siempre hay trabajo por hacer, siempre se manifiestan los temas por transformar. La transformación es infinita.
- No esperar el resultado inmediato, ni tampoco un resultado que tiene que ver con el espectáculo: mover las cosas, apagar las luces, hacer desaparecer los objetos, ect. El verdadero resultado es conseguir una conexión estable con Yo Soy y vivir la vida conscientemente, en aquí y ahora.
- Empezar por transformar lo más evidente, visible y fácil. Dejando para después los temas más complejos y duros. Así con pocos resultados van a adquirir la experiencia, seguridad, confianza y fe en sí mismo.
- Si empezaron con un tema serio hagan lo paso a paso, sin forzar y producir daños colaterales. Paciencia es la virtud-Maestra de la transformación.
- Busquen las técnicas, herramientas, prácticas que corresponden energéticamente a su Espíritu. Los humanos son diferentes y las técnicas que los pueden activar deben estar sincronizadas con su esencia. Algunos pueden despertar usando yoga, otros logran hacerlo meditando, rezando, haciendo rituales. Todo vale, pero la herramienta activa la transformación solo cuando está bien elegida.
- No entusiasmarse demasiado. El ego puede hacer mala jugada y frenar a toda costa la transformación tan buscada. Empezar con una técnica, practicar, observar, analizar el avance. Después probar otra. Y así avanzar hasta que se encuentre la herramienta precisa y eficaz que dejará en el camino espiritual bien parado.
- La transformación es lenta. Hay que tener paciencia, perseverar, no apresurarse. Ansiedad es el peor enemigo de la persona que empieza su camino espiritual .
- No compararse con otras personas. Somos diferentes y la velocidad de transformación de cada uno es diferente también. Algunos logran cambiar y adaptarse rápidamente, otros necesitan tiempo. La velocidad de transformación depende de varios factores: nivel de conciencia, en que medio socio-económico la persona crió se, que profunda es el trauma, nivel de voluntad, disciplina, entre otros.
- No intentar acelerar el proceso de transformación. Tomar tiempo para practicar, activar y aprender a mover la energía en la dirección deseada, asimilar los cambios y sólo después hacer el siguiente paso. Si no asimilan bien cada cambio mínimo interno, no van a poder reconocer su transformación interna, ni externa. O sea no va a tener resultados deseados.
Espero que esta información les ayude con su transformación energética.